-No sólo por las venas corre la sangre.- Una sonrisa macabra apareció y de repente la blancura de sus dientes me empezaron a molestar.
Mi garganta pidió a gritos que cesara, que si evitaba las cosas por más tiempo ni siquiera me ibaa a quedar sangre para desperdiciar.-Tenés frío?-
-Siempre- volví a pararme, estaba agobiado, sofocado, el aire parecía no alcanzar ("te lo dije") y yo seguía sin dejar de enumerar: uno, dos, tres, infinito, infinito dos, infinito tres; y sé que si alguien me hubiese enseñado francés por ahí andaría, dando besitos franceses a las que sonríen maquiavélicamente mientras leen libros sobre la muerte.
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1 comentario:
vos pone el texto y yo lo sitmepo sverbales xD jajajaj
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