lunes, 16 de junio de 2008

calla

Y ahora hablas en voz baja, con los párpados pesados y los labios entreabiertos. Dices unas palabras, pocas palabras, sin sentido a esta hora sin luz, a esta hora de bocas secas y grillos incesantes. Que me amas. Dices que me amas.

¿Y qué importa eso ahora? Ya no importa. Bien, me amas. Nada cambiará. Lo sabes. Y quieres seguir hablando, quizás explicar por qué. Pero el aliento sale como plomo por tu boca, y te hago callar. "Ya no hables".


3 comentarios:

azhelem dijo...

De qué estás hablando willis?

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Guillôm dijo...

qe escritora resultaste