La puerta de su dormitorio no hacía ruido, así que era más sencillo. Aun estaba oscuro allí, porque su ventana daba al oeste. Pero estaba frío, y afuera hacía calor y era verano, y los grillos cantaban. Algo estaba mal. Pudo entrever en la oscuridad, sentada sobre el sillón bajo la ventana, una figura de mujer. Una figura de torso alto, cabellos negros y largos, lacios como caída de lluvia, ojos que no se veían pero que se mostraban claros y abiertos, piel pálida y casi enferma, fría, helada.
Sebastián sabía que lo más prudente era sacar algún arma, apuntar a la mujer y tomar control de la situación. Pero había algo que se lo impedía. Entonces recordó situaciones parecidas, en otra parte de su vida, mucho más atrás y enterrada, pero creía saber qué hacer. Intentó alivianar la situación diciendo:
-Si pudiera la convidaría con algo de tomar -pero ninguna risa salió de los labios morados. Sebastián se sentó a los pies de su cama, enfrentando a la mujer- ¿Quién eres? -preguntó. Pero sabía que no hacía falta preguntar. Lo había sabido desde el momento en que la vio. La mujer esbozó una sonrisa, que no era una sonrisa para nada.
-Soy la Muerte -dijo.
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4 comentarios:
Es loquisimo saber que desde el primer dia de vida, ya tenes las horas contadas. Sinceramente, en mi cabeza esta bien plantado el pensamiento de que cada día, es uno menos. Y no me pongo triste por mi, sino por aquellos a los que uno ama, aquellas personas qe ya vivieron todo, y solo les queda consumar su destino de la peor forma. Uno puede putear, gritar, y hasta a veces llorar, pero nada mas, porque es asi, no hay vuelta que darle, tarde o temprano a todos nos llega ese momento y es feo, pero bueno, hoy me dedico solo a escribir sobre la bendita muerte, pero la tengo batante en cuenta
Wow. La verdad, sin dudas escribis excelente. A mi también me gusta, de vez en cuando, ponerme a escribir algunas cosas. En fin, saludos. Cuidate mucho !
gracias totales por tu comentario en mi blog. a mi tambien me parece interesante el tuyo.
La verdad es que casi me haces llorar con este texto, es uno de los tantos lindos, mejor dicho hermosos textos tuyos pero nose, a mi el tema de la muerte me pega muy fuerte, por mi abuelo mas que nada, que se yo, me dio cosita; pero me encanto igual!
y sabes cuanto te quiero mi amorcita!
(si, adivinaste, MUCHO).
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